El camino del corazón
Reiki es un concepto formado por dos vocablos japoneses, Rei y Ki, que se refieren a dos formas de energía que son fundamentales.
Rei significa energía del universo. Todos los seres estamos conectados a esta forma de energía. Cuando fluye libremente a través de nosotros, produce salud y bienestar. En cambio cuando una persona está desconectado de ella o fluye en menor proporción, aparece la enfermedad, el sufrimiento y la desesperación.
Ki es la otra raíz de la palabra Reiki. Ki es la energía vital que circula dentro del organismo de los seres vivos. Esta energía y la calidad de la misma, difieren de un ser a otro.
Esta palabra viene del término de la Medicina China Chi, que tiene más de 5000 años de antigüedad, y se usa para referirse a la energía vital que fluye por todo el organismo. En el Ayurveda y las tradiciones Yóguicas hindús se conoce con el nombre de Prana.
Todos los seres vivos tenemos Ki. El Ki requerido por una víscera o un órgano, depende de la estructura y densidad de este. Al mismo tiempo la estructura y densidad de cada órgano depende del Ki que lo forma. Si el Ki deja de circular correctamente en un organismo vivo, este enferma. Y si se bloquea totalmente el paso del Ki, la persona muere.
El Reiki, permite que nos volvamos a conectar con esa energía universal que lo impregna todo, volviéndonos a sentir uno con todo lo que nos rodea, y dejando atrás el egoismo, y la culpa y el miedo que son fruto de este.
Pues el Reiki es la energía del Amor, ya que es la energía que lo une todo. Que a través de despertar nuestra conciencia y en nuestro corazón el Amor hacia todos los seres, elimina esa sensación de separatividad que es la fuente de nuestro sufrimiento.
El objetivo de un tratamiento de Reiki es integrar y sincronizar de manera armoniosa la energía del Universo (Rei), con la energía vital interna de los seres vivos (Ki).
En una sesión de Reiki, el sanador se convierte en una canal de esa energía universal Rei. La cual a través de sus manos entra en el sistema de energía Ki del paciente. El paciente es el que se cura a sí mismo gracias al apoyo de la energía universal. Al entrar está desbloquea la circulación del Ki del paciente, ayudando a que su salud se reequilibre y a que tome conciencia de las pautas mentales y emocionales subyacentes que eran las responsables de ese bloqueo del Ki.
Esa reconexión del paciente con la energía del Universo, posibilita una revitalización a nivel físico, mental y emocional. Y ayuda al paciente en su progreso espiritual, para ser cada vez un canal mayor para el paso de esa energía universal que lo impregna todo.