Método Risonando

Nos han acostumbrado a pensar que lo difícil de conseguir es lo más valioso. Que necesitamos esforzarnos para alcanzar el éxito o aprender técnicas muy complejas y trabajarnos duramente para conseguir la libertad de ser que todos anhelamos. Pero esto ha sido una manera más de controlarnos y tenernos dependientes del sistema. En el fondo la solución a nuestros conflictos y pesares, es mucho más sencilla y la traíamos de serie. Esa risa del niño, que está libre de juicios, y que ríe con la vida al tomársela como un juego. Lo que la locura de la cordura de la mente, se rebeló contra el caos creativo de la risa, y nos hizo creer que si alguien no es serio no es válido, y que reírse sin razón alguna es cosa de locos a los que hay que encerrar.

No nos queda otra cosa que reír en este mundo de cuerdos locos,  que tienen la visión de que el ego, y el mundo de la dualidad, ha sido un despiste de Dios, del que se aprovechó el diablo. Cuando realmente la dualidad, es un chiste divino, y el único error lo cometemos nosotros al tomárnosla demasiado en serio. Por eso antiguas tradiciones sostenían que el Universo fue creado por la Risa de Dios, y las personas iluminadas como Buda, siempre tienen una sonrisa a nuestra disposición.

¿Será que lo primero que hizo Dios antes de decir hágase la luz, fue soltar una carcajada que aun resuena en todos los universos manifestados.?  De la misma manera, que el niño antes de soltar una palabra, ya nos ha regalado sus risas.

La palabra Reír (re-ir) nos indica que la risa nos lleva de vuelta a algún sitio. ¿Y que otro destino es posible, que volver al punto de partida donde todo movimiento empieza?  Ese Punto Cero, espacio previo a la manifestación donde todas las potencialidades cuánticas están esperando su turno para manifestarse como alguna de las infinitas posibilidades de Ser.

Es momento de reír, de volver atrás en el tiempo, y reencontrarnos con el niño que fuimos, incorporando en él, la sabiduría del adulto en el que nos hemos convertido, para desde allí poder co-crear juntos, abrazando el mundo en toda su plenitud.  Recordando que la única manera de experimentar la gracia de Dios, es reírnos plenamente de nosotros mismos y de cada uno de  los espejos que nos encontramos por el Mundo.